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Voces que se silencian: Editorial
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- Última actualización el viernes, 24 enero 2014 20:10
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El periódico La Universidad del Zulia –el mismo que busca cada domingo en su quiosco más cercano– a partir de esta edición se verá reducido de 8 a 4 páginas. La actual crisis de escasez de papel para los periódicos –que afecta en este momento a 21 medios en el país– también tocó a la institución.
21 periódicos en 9 estados tienen problemas para adquirir papel, tintas, planchas y películas para hacer sus ediciones. Así lo informó el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys). De acuerdo con la ONG Espacio Público, 6 rotativos tienen material para circular hasta febrero y 7 han reducido drásticamente su paginación y suprimido suplementos y revistas debido a esta situación que, según analistas, tiene una motivación política.
En el caso de nuestro semanario, desde el 1 de octubre de 2008, gracias al convenio con nuestros aliados del diario La Verdad, tuvimos la posibilidad de disponer de 8 páginas de contenido para el cumplimiento cabal de nuestra política editorial: divulgar el conocimiento científico de LUZ, exponer los aportes de nuestros investigadores para la resolución de problemas regionales y nacionales y difundir el trabajo de autoridades, trabajadores y estudiantes en las facultades y núcleos de la institución.
Hoy, con 4 páginas menos, sentimos cómo se alza, veladamente, un cerco a dos mandatos fundamentales: el derecho a la información y la libertad de expresión. ¿Cuántas voces se silencian cuando un medio desaparece? ¿Cuántas con cada página menos? Las voces, nuestras voces, se apagan.
Toda democracia requiere, contrario a lo que equivocadamente se piensa desde el poder, una mirada crítica desde medios libres. Estos son los únicos garantes de la transparencia, de la denuncia, de los llamados de atención; los catalizadores y espacio de la opinión pública sobre los hechos sociales que a todos conciernen.
Son preceptos constitucionales que la ciudadanía tenga derecho a expresarse libremente y a recibir información (y conocimiento) por el medio de su preferencia. Ningún Gobierno puede cercar derechos inherentes a la esencia libertaria del hombre. Derechos que se amplifican en Venezuela, ante una institucionalidad incapaz de poner orden y justicia en medio del caos.
La Universidad del Zulia, siguiendo la herencia democrática y científica de sus fundadores, no acepta censuras y rechaza todo mecanismo de cercenamiento de la libertad de información. Las voces que se apagan son precisamente aquellas que han luchado por años contra cualquier injusticia que padezca la nación. La escasez de papel y el freno al ancho de banda de Internet se han convertido en mecanismos para limitar a la ciudadanía a acceder, interpretar y conocer los hechos que afectan su cotidianidad.
Se aboga por un verdadero acuerdo nacional que permita hallar salidas a la profunda crisis que atraviesa el país, comenzando por la carestía de papel que hoy restringe a la prensa poniendo en peligro nuestra libertad de expresarnos y de ser vigilantes de los asuntos públicos. Venezuela exige que sus múltiples voces resuenen y que la sociedad en pleno las oiga.
